domingo, 18 de marzo de 2007

Indefensión adquirida... mmm... quizás sí....



Cuántos días han pasado! Y para ponernos al día hay mucho que decir...


En primer lugar, indefensión adquirida? Nosotros? Es probable. Parece que finalmente las experiencias vividas terminaron afectando la actitud del grupo... A veces subestimamos el efecto que nuestras actitudes y palabras tienen en la psiquis de los demás, o peor aún, sabemos exactamente lo que se espera y aún así no nos importa... Y después de un ciclo entero de tratamiento intimidatorio intensivo con absoluta impunidad... sus efectos son evidentes! Lamentablemente.


Bueno, veamos lo que encontré en Monografías.com sobre la indefensión adquirida (llamada también desesperanza aprendida):


"Los fenómenos psicosociales derivados de la impunidad no se pueden comprender al margen de los nuevos hechos de características represivas que se siguen produciendo con relativa independencia de la garantía a las instituciones represivas de no castigar los hechos del pasado. La violación de los derechos humanos que se mantiene hasta el presente han afectado al conjunto social a tal punto, que quedaron cuestionados criterios, normas, leyes, enunciados, que sintetizan en el presente el proceso social y regulan la relacion entre el sujeto y la realidad.


La no-sanción del crimen impide que la justicia y la ley cumplan las funciones de reparación simbólica, normatividad y cohesión social. El terror, la parálisis y la emergencia de lo siniestro fueron vivencias típicas de la época que contribuyeron al debilitamiento y ruptura de gran parte de las redes sociales existentes. Algunas de las consecuencias psicosociales son: Persistencia de sentimientos de temor, indefensión e inseguridad, así como vivencias persecutorias, en amplios grupos sociales que se reactualizan ante ciertas situaciones." ¿Cualquier parecido con la realidad...?


El artículo que encontré lo plantea en un contexto social más grande, pero siendo la experiencia del aula un microcosmos social, la misma explicación pueden tener que los fenómenos sociales.





2 comentarios:

Carlos dijo...

Por fin, anoche me acordé de buscar el tema en el internet y he encontrado tus pequeñas líneas, pero muy elocuentes de hace un año.
En primer lugar, me llama la atención que no tuvieras comentarios a esta entrada. Como que el tema no interesa o es tan fuerte, que deja sin palabras. En segundo lugar, eso me ha llevado a entender la conducta del salvadoreño como pueblo, después de haber sufrido tantos años de crueldad. Han sido generaciones enteras que hemos sido sometidas a las crueldades del sistema. Tal vez hasta podríamos hablar de un síndrome incorporado a nuestra información genética.
¿no creés?

gabi dijo...

Sí, eso es lo peor, que ya está incrustado en la información celular de todo un pueblo.

Crueldad que va desde la invisivilización de poblaciones enteras hasta la represión...